Exposición!!
EXPOSICIÓN: HOMENAJE A LUIS SÁEZ
Hubo un tiempo en el que Luis Sáez reía y hacía reír, incluso disfrutaba bailando en fiestas y verbenas. Eran años de felicidad: dibujaba y pintaba a destajo, desde retratos de familiares y amigos hasta aguadas y acuarelas del Madrid monumental. De esta época de inocencia habrá alguna muestra en esta exposición.
Sin embargo, a mediados de los años 50 y tras su paso por la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, tras la perceptiva visita a París y varios viajes a Alemania, la virginidad visual y existencial del joven Luis será quebrada definitivamente. Observar con detenimiento las obras de algunos postcubistas en París –Delaunay, Glezies, Weber y, especialmente Jacques Villon –y de varios expresionistas en Alemania –Klee, Beckmann y Kandinskky, entre otros – modificará su comprensión de la pintura profundamente. Obras alimenticias de aquellos años –retratos, bodegones, floreros, encargos religiosos y paisajes- son claros ejemplos de esa transformación y alguna podrá verse en nuestra exposición.
De este modo, la pintura de Luis Sáez se hará progresivamente más dinámica, lúdica, gestual y experimental. Estamos a principios de los años 60 y, para qué negarlo, al joven artista burgalés ya no le gusta bailar y su risa se ha convertido en ironía, en creciente aspereza en el trato mundano, incluso con los más allegados. Las dos siguientes décadas serán de mayor aislamiento, de mayor sarcasmo, de toma de conciencia de las miserias de la vida: seres dolientes más o menos ingrávidos e híbridos como androides, homúnculos y humanoides con sus conexiones, tubos y cables, ambientados en habitáculos cerrados, lóbregos, privados se darán cita también en la exposición de la Casa de Cultura de Gamonal.
De aquí a la obra barroca y virtuosística de los años 80, 90 y de comienzos del presente siglo sólo hay un paso: el de la definitiva ausencia del ser humano, del cual quedarán exclusivamente, tras su aniquilación, sus amados juguetes rotos.
CARLOS SÁEZ
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